La entomofagia, como se define el hecho de comer insectos o arácnidos, es una práctica común en varios países del mundo. Sobre todo en Asia es costumbre encontrar todo tipo de animalillos de más de 4 patas en los mercadillos; sin embargo, los platillos de insectos mexicanos no son para menos.
Y es que los insectos son una saludable fuente de proteínas. A pesar de su aspecto quizás poco apetecible para los más sensibles, este tipo de comida está cada vez más de moda y cada vez es más común encontrar platillos de insectos en las mesas mexicanas y en las de todo el mundo.
El mercado de San Juan es la parada obligada en Ciudad de México para los amantes de las carnes exóticas: aquí es donde puedes cazar criaturas difíciles de encontrar en otros lugares como el avestruz, el jabalí y el cocodrilo. Sólo el zoológico de la ciudad ofrece una mayor diversidad de especies. Pero los artículos más caros en el mercado no son los filetes de armadillo o el atún rojo. Esos son las chicatanas congeladas, unas hormigas gigantes aladas que se venden aproximadamente a 400 euros el kilo.
En el mercado de San Juan ofrecen sus mercancías como alimentos prehispánicos. De hecho, en México la práctica de comer insectos es un tipo de gastronomía tradicional que se estila desde tiempos de los aztecas y las otras civilizaciones que florecieron durante milenios con dietas ricas en larvas, saltamontes y otros invertebrados comestibles.
El consumo de insectos fue considerado durante mucho tiempo con vergüenza y disgusto por la élite mexicana, que veía esta práctica como un vestigio del atraso rural.
Pero los insectos se han arrastrado hasta los menús de algunos de los restaurantes más famosos del país en los últimos años, ya que los principales chefs buscan ingredientes regionales exóticos para los mejores platillos mexicanos de la alta cocina.
México tiene entre 300 y 550 especies de insectos comestibles, más que cualquier otro país del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que en 2013 publicó un informe de 200 páginas en el que se elogia la entomofagia como una fuente prometedora de proteínas sostenibles. “Hay que convencer a los consumidores de que comer insectos no sólo es bueno para su salud, sino también para el planeta”, decía el informe de la FAO. Los diminutos comestibles son muy ricos en proteínas, señaló, especialmente en comparación con carnes como la de vacuno y cerdo.
En las comunidades rurales pobres del altiplano central y los estados del sur de México, las familias han comido insectos durante generaciones por tradición, pero también por necesidad.
De hecho, la mayoría de los insectos comestibles de México son capturados en estado salvaje, no son resultado de una cría, y luego vendidos en los mercados.
Entre los manjares más apreciados están los escamoles (larvas de hormiga), los jumiles (chinches apestosos) y los ahuatle (huevos de chinches de agua), llamado caviar mexicano. Los chinches apestosos se suelen comer vivos y son apreciados por su poderoso sabor y su acabado a canela. Si se ponen en un plato o dentro de una tortilla, no se quedan exactamente quietos.
Pero como los suministros son irregulares, y los precios altos, siguen siendo en su mayoría una delicadeza en los restaurantes de la Ciudad de México. La única excepción son los omnipresentes y ampliamente asequibles chapulines (saltamontes o grillos) que suelen saltearse en sal y ajo y enrollarse en tacos o engullirse a mano.
Aunque los grillos siguen siendo abundantes en México, otras especies de insectos salvajes han escaseado con su creciente popularidad, y la escalada de sus precios ha acelerado aún más su declive.
Los lugares de México donde más insectos se comen, o por lo menos donde hay más tradición de este tipo de platos, son Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y Querétaro.
Aquí te contamos algunos de los platillos de insectos mexicanos más deliciosos, si te atreves a probarlos.
Gusanos de Maguey
El gusano de Maguey es una larva que crece en las plantas de agave de hecho, es la larva de una mariposa. El gusano de maguey es famoso porque se encuentran en el fondo de las botellas de mezcal. El mezcal está hecho de la planta de maguey, y los gusanos son larvas que se alimentan de hojas parecidas al áloe. Se añaden a las botellas de mezcal como sello de autenticidad.
Sus cuerpos regordetes y “borrachos” filtran el mezcal y el sabor de la tierra mexicana. Algunos juran que poseen cualidades afrodisíacas: y seguramente para cuando hayas tocado el fondo de una botella de mezcal, ya te sentirás bastante amoroso.
Si no estás convencido de sus propiedades afrodisíacas, entonces engulle un gusano de Maguey por sus altos niveles de proteína, como se hace en México desde siglos antes de la llegada de los españoles.
Otra opción para consumir este insecto mexicano es freírlos y acompañarlos con un poco de guacamole. A pesar de su escasez, puesto que cada planta de agave “produce” tan solo tres gusanos como máximo, este platillo de insectos mexicanos es uno de los más conocidos y reconocidos tanto en patria como en el extranjero.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Los gusanos de Maguey son muy populares en Oaxaca e Hidalgo.
Jumiles
Si no te gusta la idea de bichos vivos arrastrándose en tu boca, deja de leer ahora mismo. En la otrora rica ciudad de Taxco, al sur de la Ciudad de México, los jumiles, también conocidos como chinche de monte, son arrancados de sus nidos, metidos en un taco y rociados con lima. Al morder, pueden que sigan correteando: incluso cuando no tienen cabeza, estos bichos parecidos a escarabajos se retuercen.
Tienen un sabor fuerte como un cóctel de menta y canela, ligeramente dulces y a la vez amargos. El fuerte olor que desprenden es suficiente para evitar que muchos los prueben.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Los jumiles son un platillo de insectos muy popular en los estados de Morelos y Guerrero.
Chicatanas
Cuando las primeras lluvias de la temporada llegan a Oaxaca, las chicatanas, hormigas rojas gigantes con alas, se escapan de sus nidos inundados en busca de comida. Las chicatanas sólo salen una noche al año para ver quién puede recolectar más.
Los lugareños se deshacen de sus cabezas y sus alas plateadas y las asan con lima. Comer una chicatana entera puede ser un gran bocado, por lo que los oaxaqueños las muelen en una pasta con chile, sal y ajo en un molcajete (mortero de piedra prehispánico).
Esta tradicional mole picante oaxaqueño o salsa de chicatanas (una salsa ahumada que se asemeja al tahín, con un sabor terroso y carbonizado) se utiliza para aderezar una tortilla. Esta forma de prepararlos hace que las chicatanas sean uno de los platillos de insectos mexicanos más fáciles de comer, ya que, si no te lo cuentas, ni te percatas de estar comiendo un insecto.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Las chicatanas son un platillo de insectos muy popular Oaxaca.
Escamoles
En Puebla, a medida que se acerca el mes de marzo, los ánimos de los apasionados a comer insectos se revolucionan: es el comienzo de la temporada de los escamoles. Fuera de México, el caviar es muy apreciado y se usa como sinónimo de cocina cara. Pero en Puebla, no son las larvas de peces las que hacen agua la boca, sino las de hormigas. De hecho, los escamoles se conocen como el caviar mexicano.
Aquí realmente se vuelven locos por el sabor a nuez mantecosa de los huevos de hormigas, salteados con ajo, cebolla, mantequilla y plantas aromáticas como epazote, que estallan en la boca. Los suaves huevos de hormiga pueden parecer risotto o incluso alubias blancas desde lejos, y tienen una consistencia de queso en el paladar. Además, los escamoles se consumen en tacos con un buen guacamole picante.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Los estados donde es más popular este platillo de insectos son Guanajuato, Hidalgo, Puebla de Zaragoza y Tlaxcala. Su temporada va de marzo a mayo.
Ahuatle
También conocido como “caviar azteca”, el ahuatle es otro alimento prehispánico hecho de huevas de mosco. Este platillo de insectos mexicano tiene más de 500 años de historia. Las larvas de la mosca de agua son un poco magras como el marisco, con un sabor que se asemeja a la pasta de camarón. También registran un saludable 93% de proteínas por porción.
Se puede encontrar ahuatle como ingrediente para cocinar en el Mercado de la Merced en Ciudad de México, o en forma de taco callejero entre los vendedores ambulantes en Iztapalapa y Xochimilco.
¿Dónde se comen estos insectos en México? El estado donde es más popular este platillo de insectos es Mexico DF.
Chapulines
Y llegamos al rey de los platillos de insectos mexicanos: los chapulines. Los aficionados a comer chapulines, alegan que estos saltamontes son insectos limpios porque nunca tocan el suelo: sólo saltan de una hoja a otra. Tal vez por eso los mexicanos comen chapulines más que cualquier otro insecto comestible.
Se pueden encontrar saltamontes comestibles en todo México, en bares elegantes o apilados en sacos junto a los cacahuetes en la carretera. Casi siempre están empapados en un suave polvo de chile y jugo de limón y contienen casi tanta proteína como el salmón.
Se cocinan en agua hirviendo, y se pueden marinar y acompañar con limón, ajo y sal y saltearlos para que queden crocantes. Los crujientes saltamontes tienen un sabor herbáceo, pero cuidado con sus pies dentados, que pueden engancharse en el labio.
Los chapulines son de los pocos insectos que se crían para consumo alimentario.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Las zonas donde es más fácil encontrar este platillo de insectos son México D.F., Campeche, Veracruz, Morelos, Tabasco, Yucatán, Michoacán, Guerrero, Puebla.
Cuchamás
Los cuchamás disecados (orugas verdes) representan para los habitantes de Zapotitlán más que una simple comida. Son una fuente de ingresos desde hace generaciones para quienes recogen las orugas de los arbustos en pueblos desérticos y las venden en los mercados. Este comercio ha existido durante siglos entre los pueblos popolocas y náhuatl de la región.
Son un relleno perfecto para los tacos, además son sin colesterol y bajos en grasa. Si prefieres que tu oruga tenga más sabor, puedes freírlas con chile, lima y cebolla.
¿Dónde se comen estos insectos en México? La zona donde es más popular este platillo de insectos es Zapotitlán.
Alacrán
Los alacranes o escorpiones son sumamente peligrosos por el veneno de sus aguijones. Sin embargo, una vez capturados y fritos en aceite bien caliente, resultan un manjar al que pocos mexicanos pueden resistirse. Su sabor se asemeja al de las papas fritas y se suelen consumir tan cual, como papas fritas, o bien como relleno de los inmancables tacos o incluso como topping en algunas pizzas más exóticas.
¿Dónde se comen estos insectos en México? La zona donde es más fácil encontrar este platillo de insectos es Durango.
Libélulas
Esa mezcla siempre mágica de lima y sal añade un simple sabor a las larvas de estos insectos de cuatro alas en Sonora, en el norte de México. Se pueden comer fritas o simplemente disecadas con un caballito de tequila. Este tipo de platillos de insectos mexicanos también tiene origen precolombino.
¿Dónde se comen estos insectos en México? La zona donde es más fácil encontrar este platillo de insectos es Sonora.
Chahuis
Hay 88 especies de escarabajos comestibles en México. Entre sus nombres exóticos se encuentran el escarabajo rinoceronte y la gallina ciega, que en realidad es una larva de escarabajo blanco que se asemeja a un gusano de gran tamaño. De hecho, los escarabajos se consumen principalmente cuando aún son larvas.
El escarabajo comestible más común es el chahui, que se alimenta de las vainas de frijoles del árbol de mezquite del desierto (al igual que los coyotes). El chahui tiene un sabor amargo que desaparece cuando se tuesta bien y se le añade el clásico aderezo de lima y sal, dando lugar a un sabor casi a pescado.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Los escarabajos son un manjar en Hidalgo, Tabasco, Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Puebla, Chiapas y Nayarit.
Cuetlas
La cuetlas o chiancuetlas, son larvas de mariposas que se hierve y se tuestan para luego transformarse en manjar. Típicamente se consumen en tacos con salsa de chile.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Los escarabajos son un manjar en Hidalgo, Oaxaca y Puebla.
Tarántulas
Y ya llegamos a uno de los platillos de insectos mexicanos menos comunes y más difíciles de encontrar: la tarántula. Seguramente sea de los platillos de insectos mexicanos menos consumidos debido a lo laborioso de su preparación.
De hecho, se tienen que hervir 3 veces antes de poderse comer: la primer aves con un poco de mezcal y agua, luego con hierbas aromáticas y por último con sal de camarones. Una vez hecho este paso hay que limpiarlos bien y hornearlos durante un rato para que queden crujientes. Se suelen consumir en tacos junto con guacamole.
¿Dónde se comen estos insectos en México? Los escarabajos son un manjar en México DF y Veracruz.
¿Qué te ha parecido esta lista de platillos de insectos mexicanos? ¿Te atreves a darle un bocado?
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